lunes, 6 de agosto de 2012

PRIMER BESO





PRIMER BESO



El primer beso es besar al mundo.Y, a veces, pienso que es el único beso verdadero.


Con el primer beso se fueron los grillos y las luciérnagas. Pero, el beso incandescente se instaló en tu cara, se quedó a vivir en tus orillas.Un beso fuera de temporada que se abre paso entre publicidades y distancias.Es como ver el último atardecer o encontrar la figurita que llena el álbum.Es llegar al final del laberinto y volver a perderse eternamente.Tiene gusto a vida, a jazmín, a presente.Y, algunos días en que el cielo grita, pienso que es el único beso verdadero.


Porque los otros son besos de abismo que caen y mueren con la noche. Son la sombra del beso, del primer beso.El recuerdo.Son parásitos que viven de ese beso único, platónico, extenso. Son  monstruos de baba ante el primero que es un ángel acurrucado en la niebla.Ante el beso que es un beso de tarde, iluminado por el sol, un beso de banco de plaza, de recreo.Apenas un rayo de bolsillo.  Un clic en un repertorio de largos murmullos.Apenas grita, apenas gime.Pero, él solo, sigiloso, corre transparente como brisa y le avisa a la luna que es tiempo de llenarse.


Además, el primer beso no es nada exigente, acepta a cualquiera. Y la mujer o el hombre que regale su universo a este presagio quedará clavada en tu memoria.El primer beso es un puente sin pretensiones de camino. Y queda pegado a tu cara, como el chicle en la zapatilla. No sabe de sumas o restas, ni logos, ni ergos. Es ingenuo, sincero, olvidadizo.Todos los besos recibidos se amontonan sobre este beso, que está tatuado a tu cara y a tus pasos , como un lunar invisible.Ni la mujer o el hombre que digan sobre el altar “para siempre” podrán borrar de tu mundo a ese sueño tímido.Ni los jurados y escribanos podrán poner un sello inalterable sobre ese prodigio de un dios lleno de pecas.Ni los besos crueles de los jefes, ni los arrojados desde los colectivos, o los que quedan en los vidrios empañados de un auto.Ni el beso largo del reencuentro, ni el beso succionador de la cama redonda.Ninguno lograra ahuyentar a este Peter pan rebelde que una tarde entro por tu ventana.


Porque el primer beso (inexperto, olvidadizo, soleado, inexacto) es el monarca de los besos.Y todos los besos conducen hacia él.Y no tiene nada que ver con los besos fugaces de oficinas lúgubres o esos besos de doble sentido y de promesas aullantes .Es callado, intransigente.No se parece a los besos arremangados que juegan con las manos y las piernas.Es un beso desnudo, recién traído al mundo, atípico. 


Porque los otros besos son espejismos, besos que se apagan con el día, fantasmas que deambulan buscando al beso perdido.

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